Mucho se oye hablar últimamente sobre el Ácido Hialurónico. Pero, ¿qué es exactamente y por qué se lleva todos los piropos? ¿Son merecidos?

Hay que decir que sí, lo son. El Ácido Hialurónico es un polisacárido capaz de captar hasta 1000 veces su peso en agua, de ahí que sea tan hidratante y se le conozca como “la mejor bebida para la piel”: es el que proporciona volumen l cutis, firmeza, jugosidad y luminosidad, en definitiva, el que le quita años de encima. La dermis lo contiene en grandes cantidades cuando es joven, pero lamentablemente, se va reduciendo progresivamente. Por eso hay que darle al cutis un aporte extra. ¿Es preferible aplicarlo en crema o infiltrado? En realidad, ambos gestos son necesarios si queremos retrasar el paso del tiempo en el rostro de una manera natural y no invasiva. En el universo de la medicina estética es un producto estrella porque como decimos, es un ingrediente natural que tenemos en nuestro organismo, que además, si se infiltra no necesita anestesia, y no suele dejar inflamaciones ni hematomas. Se puede aplicar simplemente para hidratar, mediante mesoterapia superficial en rostro, cuello y escote, junto a vitaminas y oligoelementos, para realzar los rasgos o para rellenar volúmenes perdidos. Y para mantener los resultados, nada como una cosmética que incluya en su fórmula buenas cantidades de Ácido Hialurónico, pues ayuda a rellenar las arrugas, suaviza las líneas de expresión y aporta esa luminosidad de la que hablábamos.

La línea cosmética del Dr. Dray, compuesta por una crema y un suero anti-edad, contienen esta molécula vectorizada para que penetre en más profundidad, además de un complejo antioxidante, activos vegetales y células madre marinas: todo junto, en sinergia, da un resultado espectacular, según las clientas del Dr. Simon Dray, que se han vuelto adictas. Lo ideal es completar el efecto con una dieta pro-hidratación: beber mucho agua, consumir zumos naturales, frutas y verduras, y sustituir la sal por las especias.